- S-siento mucho no haber llamado antes de entrar, solo iba hacia el despacho- dije muy abochornada
No me llegó a contestar pero pude oír como se vestía muy deprisa y era extraño por que lo percibía con mucha claridad a pesar de que la habitación estaba en completo silencio, además me pareció escuchar como maldecía entre susurros
- Sabes que aunque susurres puedo oírte
- Ya esta te puedes dar la vuelta- dijo muy serio
Al darme la vuelta me di cuenta que me miraba con mucha dureza pero no le servía de nada ya que fui capaz de sentir que lo hacia para enmascarar la vergüenza . Sin dirigirle ni una sola palabra más fui hacia la puerta del despacho de Daniel, y volvía a estar como la ultima vez sentado en una de las tres sillas de la mesa, tomamos asiento y este prosiguió con aquello tan importante que tenía que decirnos.
- Bien tengo algo que contaros, algo que seguramente debía de habéroslo dicho antes de todo el proceso, pero como ya no hay vuelta atrás allá va- me di cuenta de que estaba algo nervioso, tal vez por nuestra reacción o por que nos negáramos a acatar sus ordenes- tenéis que vivir juntos
Sentí que iba a desmayarme en cualquier momento y al girar la cabeza comprobé que Alejandro estaba completamente pálido, como si le hubieran sacado toda la sangre del cuerpo.
- Eso es imposible , si tan solo tengo 17 años como voy a explicarle a mi madre que me tengo que ir de mi piso a vivir con un chico al que apenas conozco por que ahora me he convertido en una especie de Ángel- dije en el tono más sarcástico que pude
- Todo eso no es problema siempre reubicamos a nuestros aprendices para evitar que puedan sufrir cualquier influencia que los lleve hacia el lado del mal, ya que como habréis adivinado no estamos solos, si existimos es por que en el mundo hay otros seres sobre naturales que intentan deshacer vuestro trabajo
- Y como se supone que vamos a reubicarnos sin levantar ninguna sospecha - preguntó Alex
- Un par de días después de que lleguéis a vuestra casa os llegará una carta justo a tiempo de empezar el curso diciendo a vuestros padres que se os a concedido una beca para estudiar en una institución para jóvenes que quieran desarrollar su potencial más fuerte ya que según me han dicho tu eres una gran escritora Kate- dijo mientras me mostraba una especie de diario en color crema, enseguida pude reconocerlo era mi cuaderno de ideas, siempre que tenía algo en mente lo apuntaba en el y al llegar a casa encendía mi portátil y me ponía a escribir como una loca- y tu- dijo a Alex- me han dicho que estas matriculado en la universidad por bellas artes es más mi informador dice que eres uno de los mejores pintores que ha visto en muchísimo tiempo.
Me encantaba poder tener algo en común con él, a los dos nos fascinaba la cultura aunque en ámbitos diferentes, yo en literatura y el en arte.
- Parece que lo tienes todo controlado- dije incrédula ante tal plan- no parece tener lagunas, aunque.... ¿eso significa que nunca volveré a ver a mis padres?
- No no en absoluto, los fines de semanas podréis ir a verlos, es más si no lo hicierais si sería un plan con lagunas- dijo con una amplia sonrisa- el donde viviréis ya lo sabréis, solo tened presentes que en breve viviréis codo con codo. Bueno esto es todo ya os podéis marchar a dormir.
Ambos salimos del despacho y esta vez sin despedirnos siquiera cada uno se marchó a su habitación ya que teníamos mucho en que pensar.
Una vez llegué a mi cuarto me metí bajo las sábanas y me quedé un rato contemplando el techo sin terminar siquiera de creerme que en un par de días estaría viviendo lejos de todo lo que me era conocido, mis padres, mi hermana, mis amigos, además de tener que dejar la casa en la que me había vivido mis 17 años. Cuando estaba apunto de ser vencida por el sueño escuché una voz a lo lejos
"Kate"
Me levanté sobresaltada creyendo que había oído la voz de Alex aunque debía de ser cosa mía por que suponía que ya estaría durmiendo además de que cuando salimos no me dirigió la palabra, pero entonces lo volví a oír
"Kate, ¿estás despierta?"
"Ahora si, que ocurre"
"Nada solo quería probar a cuanta distancia funcionaba la conexión"
Tenía que estar tomándome el pelo nadie en su sano juicio se tragaría esa mentira
"Ya claro, y también me dirás que es que no tenías nada que hacer"
- Parece que alguien está un poco a la defensiva ¿no?
Esta vez la voz no la escuché en mi cabeza sino en mi misma habitación, así que estiré el brazo hasta encontrar la lamparilla y en cuanto la encendí pude ver a Alejandro apoyado en el marco de la puerta con una sonrisa socarrona en la cara
- ¿Lo de vernos por las noches en las habitaciones se va a convertir en costumbre?, lo digo para estar preparada y no tener nada comprometido a la vista- dije siguiéndole el juego, este enseguida bajo la cabeza algo avergonzado, ni siquiera quería saber lo que podría estar pensando- Ahora enserio que ocurre
- ¿Que te ha parecido la idea de vivir juntos?, por que yo sinceramente tengo mis dudas
- No eres el único, desde que he vuelto al cuarto no he hecho otra cosa que pensar en ello, pero como bien dijimos aceptamos con todo lo que ello conllevara así que no hay vuelta atrás
Esté se acercó hasta mi cama y tal como hice yo la noche anterior se sentó en esta con la excepción de que los dos estábamos con la espalda apoyada en la cabecera y a mi parecer más juntos de lo que deberíamos
- Si soy sincero la mayor duda que tengo es si seremos lo bastante buenos para ser lo que ahora somos, yo nunca he tenido demasiadas responsabilidades, salvo estudiar, y tener que soportar esto tan grande...
- La verdad es que no me había parado a pensarlo, pero no tienes por que preocuparte, estamos juntos en esto y entre los dos lo haremos lo mejor que podamos y que sepas que nunca te voy a dejar, por que quien sabe a lo mejor nos convertimos en superhéroes y nos escriben cómics, y no pienso dejar que tu te lleves todos los laureles- dije bromeando para quitarle importancia a nuestras preocupaciones
Continuamos hablando sobre los posibles planes que tendría Daniel para nosotros y sobre todo nuestra opinión respecto a ellos, hasta que de pronto me vi apoyando la cabeza sobre el hombro de Alex, enseguida pareció tensarse pero poco a poco se fue relajando hasta apoyar tu cabeza en la mía. Seguíamos hablando pero cada vez los silencios eran más largos hasta que nuestras respiraciones se acompasaron y los dos nos dejamos caer en los brazos del sueño
- Y como se supone que vamos a reubicarnos sin levantar ninguna sospecha - preguntó Alex
- Un par de días después de que lleguéis a vuestra casa os llegará una carta justo a tiempo de empezar el curso diciendo a vuestros padres que se os a concedido una beca para estudiar en una institución para jóvenes que quieran desarrollar su potencial más fuerte ya que según me han dicho tu eres una gran escritora Kate- dijo mientras me mostraba una especie de diario en color crema, enseguida pude reconocerlo era mi cuaderno de ideas, siempre que tenía algo en mente lo apuntaba en el y al llegar a casa encendía mi portátil y me ponía a escribir como una loca- y tu- dijo a Alex- me han dicho que estas matriculado en la universidad por bellas artes es más mi informador dice que eres uno de los mejores pintores que ha visto en muchísimo tiempo.
Me encantaba poder tener algo en común con él, a los dos nos fascinaba la cultura aunque en ámbitos diferentes, yo en literatura y el en arte.
- Parece que lo tienes todo controlado- dije incrédula ante tal plan- no parece tener lagunas, aunque.... ¿eso significa que nunca volveré a ver a mis padres?
- No no en absoluto, los fines de semanas podréis ir a verlos, es más si no lo hicierais si sería un plan con lagunas- dijo con una amplia sonrisa- el donde viviréis ya lo sabréis, solo tened presentes que en breve viviréis codo con codo. Bueno esto es todo ya os podéis marchar a dormir.
Ambos salimos del despacho y esta vez sin despedirnos siquiera cada uno se marchó a su habitación ya que teníamos mucho en que pensar.
Una vez llegué a mi cuarto me metí bajo las sábanas y me quedé un rato contemplando el techo sin terminar siquiera de creerme que en un par de días estaría viviendo lejos de todo lo que me era conocido, mis padres, mi hermana, mis amigos, además de tener que dejar la casa en la que me había vivido mis 17 años. Cuando estaba apunto de ser vencida por el sueño escuché una voz a lo lejos
"Kate"
Me levanté sobresaltada creyendo que había oído la voz de Alex aunque debía de ser cosa mía por que suponía que ya estaría durmiendo además de que cuando salimos no me dirigió la palabra, pero entonces lo volví a oír
"Kate, ¿estás despierta?"
"Ahora si, que ocurre"
"Nada solo quería probar a cuanta distancia funcionaba la conexión"
Tenía que estar tomándome el pelo nadie en su sano juicio se tragaría esa mentira
"Ya claro, y también me dirás que es que no tenías nada que hacer"
- Parece que alguien está un poco a la defensiva ¿no?
Esta vez la voz no la escuché en mi cabeza sino en mi misma habitación, así que estiré el brazo hasta encontrar la lamparilla y en cuanto la encendí pude ver a Alejandro apoyado en el marco de la puerta con una sonrisa socarrona en la cara
- ¿Lo de vernos por las noches en las habitaciones se va a convertir en costumbre?, lo digo para estar preparada y no tener nada comprometido a la vista- dije siguiéndole el juego, este enseguida bajo la cabeza algo avergonzado, ni siquiera quería saber lo que podría estar pensando- Ahora enserio que ocurre
- ¿Que te ha parecido la idea de vivir juntos?, por que yo sinceramente tengo mis dudas
- No eres el único, desde que he vuelto al cuarto no he hecho otra cosa que pensar en ello, pero como bien dijimos aceptamos con todo lo que ello conllevara así que no hay vuelta atrás
Esté se acercó hasta mi cama y tal como hice yo la noche anterior se sentó en esta con la excepción de que los dos estábamos con la espalda apoyada en la cabecera y a mi parecer más juntos de lo que deberíamos
- Si soy sincero la mayor duda que tengo es si seremos lo bastante buenos para ser lo que ahora somos, yo nunca he tenido demasiadas responsabilidades, salvo estudiar, y tener que soportar esto tan grande...
- La verdad es que no me había parado a pensarlo, pero no tienes por que preocuparte, estamos juntos en esto y entre los dos lo haremos lo mejor que podamos y que sepas que nunca te voy a dejar, por que quien sabe a lo mejor nos convertimos en superhéroes y nos escriben cómics, y no pienso dejar que tu te lleves todos los laureles- dije bromeando para quitarle importancia a nuestras preocupaciones
Continuamos hablando sobre los posibles planes que tendría Daniel para nosotros y sobre todo nuestra opinión respecto a ellos, hasta que de pronto me vi apoyando la cabeza sobre el hombro de Alex, enseguida pareció tensarse pero poco a poco se fue relajando hasta apoyar tu cabeza en la mía. Seguíamos hablando pero cada vez los silencios eran más largos hasta que nuestras respiraciones se acompasaron y los dos nos dejamos caer en los brazos del sueño