Las gotas chocaban violentamente contra el cristal del coche. Todavía seguía sin poder creer lo rápido que había sucedido todo, tan solo había pasado un curso, en un curso no pueden cambiar tanto las cosas pensareis, pero no es así. Ya nunca volvería a ser la misma, incluso mis amigas habían cambiado aunque no se si para mejor o peor, aunque ¿debería llamarlas enemigas?, siempre dicen que todo depende con el cristal con que se mire. Hasta he tenido que abandonar mi hogar, mis padres, mi hermana, aunque ellos nunca lo sabrán ni siquiera recordarán que yo existo.
Pero ahora no podía lamentarme, por lo menos habíamos salido con vida todos, bueno..... la verdad es que todos no. La lluvia seguía sin parar de caer y esta reflejaba mi estado de animo aunque en verdad yo estaba muchísimo peor.
Odiaba que estuviera lloviendo por que eso era señal de lo que se avecinaba y me demostraba que todo lo vivido no había sido una horrible pesadilla, pero realmente si lo era aunque por desgracia nunca despertaría de ella.
Aunque diría que me estoy adelantando, creo que debería empezar por el principio de como mi perfecta vida se desmoronó por completo, el día en el que nadie volvió a ser el mismo y ya absolutamente nada volvería a ser como antes.
Así que lo primero es lo primero presentaciones, me llamo Katherine Lieme (apellido inglés) y tengo 17 años, y la verdad siempre he sido una chica muy normalita, yo era la típica estudiante que pasa desapercibida, de esas que llevan gafas y no está precisamente delgada, ya sabéis la santurrona que siempre saca buenas notas.
Aunque por propia experiencia debo decir que las cosas no siempre son lo que parecen y que la persona que menos te lo esperas puede sorprenderte
Aunque diría que me estoy adelantando, creo que debería empezar por el principio de como mi perfecta vida se desmoronó por completo, el día en el que nadie volvió a ser el mismo y ya absolutamente nada volvería a ser como antes.
Así que lo primero es lo primero presentaciones, me llamo Katherine Lieme (apellido inglés) y tengo 17 años, y la verdad siempre he sido una chica muy normalita, yo era la típica estudiante que pasa desapercibida, de esas que llevan gafas y no está precisamente delgada, ya sabéis la santurrona que siempre saca buenas notas.
Aunque por propia experiencia debo decir que las cosas no siempre son lo que parecen y que la persona que menos te lo esperas puede sorprenderte
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