Efectivamente no me equivocaba, las puertas de lo que parecía ser el edificio central se abrieron de par en par y por ellas salieron tres figuras vestidas completamente de blanco. En el centro pude distinguir a Daniel ya que ese hermoso rostro no había lugar donde poder ocultarlo,
Cuanto nos quisimos dar cuenta se encontraban junto a nosotros y pudimos ver que a la derecha de Daniel se encontraba una mujer bellísima con el cabello rubio platino con unos ojos verdes con destellos color rubí que quitaban el hipo y al igual que Daniel tenía la piel pálida aunque no tanto como este. En su rostro se veía reflejada una sonrisa que contrastaba con el semblante serio del hombre que se hallaba más a la izquierda, este no sonreía pero su expresión era serena y transmitía una gran sensación de tranquilidad. Era el más alto de los tres y tenía el pelo tan negro como el carbón y los ojos eran de un color ámbar pues si bien eran marrones se apreciaba claramente un halo de color amarillo en torno a la pupila.
Yo no sabía si Daniel había sido el que se había aparecido a todos nosotros aunque por las expresiones de las chicas supuse que no ya que parecían anonadadas. Enseguida éste reparó en mi y me dedicó una preciosa sonrisa que me hizo sonrojarme sin saber por que. La mujer dio un paso hacia delante provocando que los hombres con los que iba retrocedieran un poco y se apartaran para darle más espacio.
- Bienvenidos a la academia White Dove, creo que todos sabéis por que estáis aquí, esto ha sido elección vuestra y son vuestros actos los que os han traído ante nosotros- comentó sin dejar nunca de sonreírnos- me llamo Verónica y seré vuestra instructora el tiempo que estaréis aquí, yo me encargo de ayudaros a desarrollar vuestras habilidades.
Acto seguido guardó silencio, se retiró un poco y le echó un vistazo a sus dos compañeros incidiendo en Daniel así que éste dándose por aludido se colocó donde minutos antes había estado Verónica.
- Yo me llamo Daniel y seré vuestro entrenador, ya que ser Guardián requiere mucha destreza tanto física como mental y me encargaré de que podáis enfrentaros a.... todo lo que os echen encima.
La pausa que hizo no me gustó demasiado, sabíamos que tendríamos que enfrentarnos a muchas cosas pero de ahí a saber que necesitaríamos entrenamiento físico la cosa variaba mucho. Esas cosas son las que deberían venir en un folleto antes de decidir.
Verónica volvió a hablar dirigiéndose a nosotros
- No todo lo de la carta era mentira, si es cierto que estudiareis, además de vuestros deberes de Guardianes también debéis escoger carrera pues creemos que hay que estar preparados en todos los aspectos que podáis. Para ello contamos con un gran profesorado cuyo director se encuentra aquí- dijo haciendo un ademán para que se acercara el hombre que quedaba por hablar.
- Yo me llamo Raúl, y soy el director de la institución. La parte sobrehumana corre a cargo de Daniel y Verónica pero la parte intelectual viene de mi- comentó muy brevemente- los demás profesores y yo os impartiremos las diversas asignaturas de las carreras que elijáis, la etapa del instituto nos la saltaremos porque así no retrasamos a nadie además de creer que ya tenéis los fundamentos básicos.
Todos nos miramos entre nosotros, ¿de verdad tendríamos que estudiar?, era una de las pocas cosas buenas que creía que tendría mi elección pero por lo visto no iba a ser así. Dejó de hablar con la misma rapidez con la que había empezado y de nuevo Verónica cogió el relevo.
- Creemos que sois lo suficientemente maduros para poder convivir en la misma habitación que vuestro compañero sin importar su sexo, ya que las relaciones entre parejas Guardianes quedan prohibidas pues podrían afectar en vuestra labor.
Nunca había pensado en mantener una relación con Alex, eso es mentira ¿por que te engañas? calla cabeza, pero ahora que sabía que estaba prohibido tenía que ponerle más empeño por cumplir con las normas establecidas
- Así que sin más demora, seguidme hasta vuestros dormitorios.
Raúl emprendió la marcha tras Verónica y a la cabeza se encontraba Daniel, todos los imitamos y los seguimos hasta la entrada del edificio verde. Al entrar nos encontramos dentro de un precioso vestíbulo de colores blanco y negro. Al fondo había una pared blanca llena de buzones de color grisáceo. A la derecha se abría la pared dando a una enorme sala con multitud de sofás negros de tres plazas y varias televisiones de pantalla plana. Justo enfrente de dicha sala había un ascensor para unas 6 personas y junto a éste una escalera que supuse daba a las habitaciones.
- Vamos a hacer dos grupos para subir en el primero estaremos Vero y yo- dijo Raúl
- Y yo estaré en el segundo- comentó Daniel mirándome de reojo
Por instinto me arrimé un poco a Alex aunque este se puso muy nervioso por que podía notarlo por todo el cuerpo, pero decidí ignorarlo. No entendía por que pero Daniel me intimidaba mucho no sabía si era por que era mayor que yo, por su increíble belleza o por que sería mi entrenador.
Esperamos a que nos llegara el turno y cuando el ascensor volvió vacío entramos en el Alex, una pareja de chicos, Daniel y yo. Me situé al fondo, todo lo pegada a la pared posible pues no quería ponerme más nerviosa de lo que estaba, ya que cada segundo me arrepentía más de haberme convertido en lo que era.
Paramos en la planta 20 y Daniel bajó del ascensor invitándonos a hacer lo mismo con un gesto de su mano.
- Vuestro piso es la tercera puerta a la derecha- les dijo a los chicos
Fijándome fríamente pude apreciar que eran bastante monos. Uno de ellos era un poco más alto que yo con el pelo rubio oscuro, los ojos color marrón y nariz respingona. Su compañero era lo opuesto a éste, tenía los ojos azules y el pelo castaño oscuro casi negro, pero lo que más llamaba la atención de él era la cara de enfado permanente que tenía desde que el autobús se detuvo.
Los chicos se marcharon arrastrando las maletas hasta la habitación que les había indicado Daniel y enseguida se fijó observándonos como si esperase que pasara algo fuera de lo común.
"No te parece algo extraño su comportamiento" - dijo Alejandro en mis pensamientos
"Un poco pero estará esperando que nos peleemos como posesos"
Vi como Alex esbozaba una tenue sonrisa aunque enseguida volvió a ponerse un poco serio ya que la presencia de Daniel lo incomodaba y no era el único que se sentía algo raro.
- Bien seguidme que os enseño vuestro piso
Echó a andar por el pasillo contrario que les había indicado a los otros dos. Todo estaba completamente en silencio salvo por el sonido de nuestros pasos casi acompasados acompañados por el ruido de las maletas.
Se paró ante una puerta que ponía número 13, volteó a mirarnos y me tendió una llave a mi y otra a Alex. Volteó hacia la puerta y con un simple movimiento de mano la abrió dejando ver delante de él un precioso apartamento que combinaba los colores violeta y amarillo, al igual que las habitaciones donde habíamos despertado tras el accidente.
- Bien, aquí tenéis todo lo que podáis necesitar. Un baño, cocina, dos habitaciones y un armario para los productos de limpieza. Nosotros nos encargamos de procuraros una enseñanza y un buen adiestramiento pero la vida diaria es cosa vuestra. Dos veces a la semana el autobús llega con todas las provisiones que podáis necesitar. Si quisierais algo que se considere un capricho tendréis que costearlo vosotros e ir a la ciudad, para ello disponéis de una bicicleta por pareja. Ahora os dejo que os instaléis.
Se fue dejándonos solos como dos estatuas, hasta que reaccioné y entré en el apartamento. Todas las paredes estaban pintadas La mitad superior de amarillo o violeta y la interior del color contrario, creando un tono muy alegre. En frente tenía dos puertas una entreabierta que dejaba ver un amplio baño con ducha y bañera al lado de un lavabo doble con un gran espejo, todo decorado con azulejos color turquesa.
Alex y yo nos acercamos hasta la habitación cerrada de la pared izquierda. Ésta contenía una bonita habitación toda de diferente tonos de amarillo, con una cama de matrimonio, una televisión de unas 19 pulgadas colgada frente a la cama, una estantería que llegaba hasta el techo, una mesita de noche y un armario.
- Creo que esta es tu habitación- dije muy convencida
- Yo también lo creo, los colores son parecidos a mis ojos y la habitación del... ¿sueño?, todavía no se como llamarlo.
Me dirigí al cuarto situado enfrente y efectivamente era idéntico al de Alejandro, salvo por la excepción de que era de colores morados y lilas.
Nos separamos para deshacer el equipaje y estuvimos durante 2 horas guardando correctamente nuestras pertenencias. Yo me entretuve comprobando que todos los libros que había guardado en la maleta no se hubieran estropeado ya que yo era muy cuidadosa con esas cosas.
Para cuando terminé eran las 5 de la tarde y entre el viaje y demás estaba agotada así que decidí descansar un rato. Me tumbé en la cama y para cuando me quise dar cuenta estaba profundamente dormida.
Una historia de amor donde nada es lo que parece donde hay que renunciar a todo por el bien del ser amado, pero sobre todo por salvar a la humanidad
jueves, 13 de noviembre de 2014
domingo, 2 de noviembre de 2014
Capitulo 10: Viajando
Al día siguiente me levanté pronto y como seguía sin tener nada que hacer me encendí el ordenador, con la idea de mandar un mensaje a Lucy y Alice para avisarlas, aunque no tenía ni idea se como empezar. Habíamos sido amigas y compañeras de toda la vida y no estaba segura de por donde empezar.
Abrí el correo y nada más ver el asunto se me hizo un nudo en la garganta, pero finalmente comencé a escribir.
_______________________________________________________________________________
Destinatario: alicewhitesmile@hotmail.com ; lucylarala@hotmail.com
Remitente: Katelieme@hotmail.com
Asunto: Noticias
Bueno chicas se que dijimos que el correo solo era para urgencias y esto es en parte una urgencia aunque también se podría considerar un correo informativo. He recibido una beca de White Dove, un centro educativo algo lejos de aquí. He decidido aceptarla, pues una ocasión así no se presenta dos veces en la vida, mis padres están muy entusiasmados con esto, no se si se alegran o solo quieren perderme de vista jajaja. Ahora mismo solo puedo pensar en que no estaremos juntas.
Cuando veáis esto contestar por favor necesito hablarlo con alguien.
Os quiero mucho chicas
Besos Katie
_______________________________________________________________________________
Me subí una bandeja con el desayuno a mi cuarto, a la espera de que me respondieran pero tras media hora de espera no había novedades, así que me tomé mi tazón de cereales tranquilamente y al terminar bajé al comedor a ver la televisión.
Justo cuando estaba apunto de sentarme noté unos leves golpes en la puerta principal. Fui hacia allí y al abrir la puerta me llevé una gran sorpresa al ver frente a mi a Alice y a Lucy en pijama. Tan solo vivían a un par de casas más abajo pero aún así me extrañó.
- ¿Estáis locas?- pregunté todavía estupefacta
- Dinos que el mensaje era una broma- comentó Alice con el ceño fruncido
No quería que llegar ese momento, de ahí el correo, ya que ese tipo de situaciones cara a cara nunca se me han dado bien.
- Lo siento chicas pero no, me voy dentro de unos días.
Creía que su reacción seria de enfado pero en su lugar las dos se abalanzaron sobre mí y pronto estábamos envueltas en un gran abrazo. Me pareció ver alguna que otra lágrima en el rostro de Lucy, pues esta era la más sentimental de las tres. Les pregunté si habían desayunado y su respuesta fue negativa, así que nos dispusimos a a pasar uno de los mejores días de nuestra vida.
Al caer la noche cada una volvió a su casa tras un día agotador, aunque si hubiese sido por mi jamás habría terminado, pero desde el incidente mis padres estaban todo el día encima de mi.
Domingo por la mañana estuve con mi madre preparando las 2 maletas que tendrían que guardar 17 años de mi vida. por la tarde hicimos recuento para asegurarnos de que no nos faltaba nada, aunque a las malas tendría que volver a por ello. Durante la noche no conseguí pegar ojo, pero al menos conseguí terminar el libro. Al amanecer me di una ducha rápida y vestí para estar preparada lo más pronto posible.
- ¿Nerviosa?- dijo mi queridísimo compañero
- No ¿y tu?- dije con sarcasmo
- Tampoco
Mantuvimos una conversación corta y poco transcendental pero así pudimos despejar la mente por unos minutos. Lo único que me hacia querer continuar era que él estaría junto a mi. A las 12 un autobús paró junto a la puerta y tocó el claxon dos veces. Mis padres me dieron un abrazo y dos besos cada uno, me ayudaron a cargar las maletas en el autobús y finalmente monté en él.
Busqué con la mirada a Alex pero no conseguí verlo, así que supuse que no habíamos llegado a su casa todavía y me senté en unos asientos vacíos de la tercer fila. Conecte los auriculares al móvil, me los puse y me deje llevar con la música a otro lugar donde todo lo que estaba viviendo fuera una gran mentira.
Mientras miraba por mi ventana hice repaso mental de cada una de las situaciones vividas desde el accidente y todo parecía subreal, si alguien me hubiese dicho que me convertiría en Guardiana y que tendría a un bombón como compañero creería que me tomaba el pelo.Un momento¿bombón? que rumbo estaban tomando mis pensamientos.
Sin previo aviso noté una sacudida y el autobús frenó, me quede a la espera de ver quien era el que subía por si era él,y efectivamente así fue. Lo primero que vi fue esa cabellera castaña y una amplia sonrisa dirigida a mi. No me había dado cuenta que me estaba ruborizando hasta que un inmenso calor me invadió el rostro. Éste se dirigió hacia mi y se sentó en el asiento correlativo al mio. Yo le devolví la sonrisa y giré la cabeza hacia el cristal para intentar tranquilizarme.
Los dos manteníamos silencio, pero no era uno de esos silencios incómodos si no más bien uno en el que las palabras sobraban.
Estaba ensimismada en mi canción cuando noté que uno de los auriculares desaparecían. Me giré para ver cual era la causa y vi como Alex se lo colocaba en su oído derecho a la vez que arrugaba un poco la nariz.
- ¿En serio estás oyendo a David Civera? pero si sus canciones son antiquísimas, triunfó durante un mes y ya no se ha vuelto a saber de él.- dijo burlándose de mi
- Perdona pero sus canciones son muy buenas y no solo triunfó un mes- comenté fingiendo que me había dolido.
- Espera- respondió mientras me devolvía el auricular
Se inclinó un poco hacia delante y sacó su móvil del bolsillo trasero de su pantalón. Ese detalle me hizo mucha gracia por que yo solía hacer lo mismo, esa era la razón de que siempre se me acaban rompiendo los móviles.
Estuvo repasando su lista de canciones hasta que le conectó unos cascos y cambió mi móvil por el suyo.
- Toma, escucha esta lista de reproducción y cuando la acabes me das las gracias, mientras buscaré algo decente en las tuyas.
Me sentía un poco insultada pero esa situación tenía que verse muy cómica desde fuera así que le hice caso y escuché su música. Lo peor de todo era que tenía razón y había canciones muy buenas pero no todas aunque no iba a darle el gusto de darle la razón porque a cabezota no me ganaba nadie.
Al acabar le toqué suavemente el hombro y con una sonrisa de suficiencia me miró por encima de las gafas de sol que no sabía en que momento se las había puesto.
- Pues sinceramente no son para tanto- dije restándole importancia
- No me creo que hayas dicho eso- dijo entre carcajadas
- Pues no le veo la gracia
- Tu sabes que estamos conectados ¿no?
Mierda, por un momento lo olvidé completamente. Entonces sabía que todo era por no darle la razón y quedar como una tonta. Aunque sinceramente creía que mi gusto era mejor
- Tranquila no pienso que seas una tonta y no, tu gusto no es mejor
- Esa será tu opinión, y deja de meterte en mi cabeza- respondí a la defensiva
Discutimos durante tanto tiempo que cuando nos quisimos dar cuenta nos encontrábamos ante unos preciosos edificios de cristal opaco. El primero era de un cristal verde que contrastaba con la hierba que rodeaba a los edificios. El que se encontraba a la izquierda tenía un tono entre lila y azul oscuro y el último de ellos situado un poco más alejado y el más grande de todos ellos era de un intenso rojo.
El autobús frenó delante del edificio verde y abrió sus puertas, así que todos nos levantamos y comenzamos a bajar de él. Mientras me fui fijando en quienes estaban y no eramos muchos, mas o menos 4 parejas de mas o menos nuestra edad y todos nosotros teníamos la misma expresión en el rostro. Incredulidad mezclado con una pizca de arrepentimiento ya que no teníamos claro donde nos habíamos metido.
Nos agrupamos a la izquierda del autobús junto a la fachada del primer edificio cada uno con sus respectivas maletas a la espera de alguien, o eso supuse yo.
Abrí el correo y nada más ver el asunto se me hizo un nudo en la garganta, pero finalmente comencé a escribir.
_______________________________________________________________________________
Destinatario: alicewhitesmile@hotmail.com ; lucylarala@hotmail.com
Remitente: Katelieme@hotmail.com
Asunto: Noticias
Bueno chicas se que dijimos que el correo solo era para urgencias y esto es en parte una urgencia aunque también se podría considerar un correo informativo. He recibido una beca de White Dove, un centro educativo algo lejos de aquí. He decidido aceptarla, pues una ocasión así no se presenta dos veces en la vida, mis padres están muy entusiasmados con esto, no se si se alegran o solo quieren perderme de vista jajaja. Ahora mismo solo puedo pensar en que no estaremos juntas.
Cuando veáis esto contestar por favor necesito hablarlo con alguien.
Os quiero mucho chicas
Besos Katie
_______________________________________________________________________________
Me subí una bandeja con el desayuno a mi cuarto, a la espera de que me respondieran pero tras media hora de espera no había novedades, así que me tomé mi tazón de cereales tranquilamente y al terminar bajé al comedor a ver la televisión.
Justo cuando estaba apunto de sentarme noté unos leves golpes en la puerta principal. Fui hacia allí y al abrir la puerta me llevé una gran sorpresa al ver frente a mi a Alice y a Lucy en pijama. Tan solo vivían a un par de casas más abajo pero aún así me extrañó.
- ¿Estáis locas?- pregunté todavía estupefacta
- Dinos que el mensaje era una broma- comentó Alice con el ceño fruncido
No quería que llegar ese momento, de ahí el correo, ya que ese tipo de situaciones cara a cara nunca se me han dado bien.
- Lo siento chicas pero no, me voy dentro de unos días.
Creía que su reacción seria de enfado pero en su lugar las dos se abalanzaron sobre mí y pronto estábamos envueltas en un gran abrazo. Me pareció ver alguna que otra lágrima en el rostro de Lucy, pues esta era la más sentimental de las tres. Les pregunté si habían desayunado y su respuesta fue negativa, así que nos dispusimos a a pasar uno de los mejores días de nuestra vida.
Al caer la noche cada una volvió a su casa tras un día agotador, aunque si hubiese sido por mi jamás habría terminado, pero desde el incidente mis padres estaban todo el día encima de mi.
Domingo por la mañana estuve con mi madre preparando las 2 maletas que tendrían que guardar 17 años de mi vida. por la tarde hicimos recuento para asegurarnos de que no nos faltaba nada, aunque a las malas tendría que volver a por ello. Durante la noche no conseguí pegar ojo, pero al menos conseguí terminar el libro. Al amanecer me di una ducha rápida y vestí para estar preparada lo más pronto posible.
- ¿Nerviosa?- dijo mi queridísimo compañero
- No ¿y tu?- dije con sarcasmo
- Tampoco
Mantuvimos una conversación corta y poco transcendental pero así pudimos despejar la mente por unos minutos. Lo único que me hacia querer continuar era que él estaría junto a mi. A las 12 un autobús paró junto a la puerta y tocó el claxon dos veces. Mis padres me dieron un abrazo y dos besos cada uno, me ayudaron a cargar las maletas en el autobús y finalmente monté en él.
Busqué con la mirada a Alex pero no conseguí verlo, así que supuse que no habíamos llegado a su casa todavía y me senté en unos asientos vacíos de la tercer fila. Conecte los auriculares al móvil, me los puse y me deje llevar con la música a otro lugar donde todo lo que estaba viviendo fuera una gran mentira.
Mientras miraba por mi ventana hice repaso mental de cada una de las situaciones vividas desde el accidente y todo parecía subreal, si alguien me hubiese dicho que me convertiría en Guardiana y que tendría a un bombón como compañero creería que me tomaba el pelo.Un momento¿bombón? que rumbo estaban tomando mis pensamientos.
Sin previo aviso noté una sacudida y el autobús frenó, me quede a la espera de ver quien era el que subía por si era él,y efectivamente así fue. Lo primero que vi fue esa cabellera castaña y una amplia sonrisa dirigida a mi. No me había dado cuenta que me estaba ruborizando hasta que un inmenso calor me invadió el rostro. Éste se dirigió hacia mi y se sentó en el asiento correlativo al mio. Yo le devolví la sonrisa y giré la cabeza hacia el cristal para intentar tranquilizarme.
Los dos manteníamos silencio, pero no era uno de esos silencios incómodos si no más bien uno en el que las palabras sobraban.
Estaba ensimismada en mi canción cuando noté que uno de los auriculares desaparecían. Me giré para ver cual era la causa y vi como Alex se lo colocaba en su oído derecho a la vez que arrugaba un poco la nariz.
- ¿En serio estás oyendo a David Civera? pero si sus canciones son antiquísimas, triunfó durante un mes y ya no se ha vuelto a saber de él.- dijo burlándose de mi
- Perdona pero sus canciones son muy buenas y no solo triunfó un mes- comenté fingiendo que me había dolido.
- Espera- respondió mientras me devolvía el auricular
Se inclinó un poco hacia delante y sacó su móvil del bolsillo trasero de su pantalón. Ese detalle me hizo mucha gracia por que yo solía hacer lo mismo, esa era la razón de que siempre se me acaban rompiendo los móviles.
Estuvo repasando su lista de canciones hasta que le conectó unos cascos y cambió mi móvil por el suyo.
- Toma, escucha esta lista de reproducción y cuando la acabes me das las gracias, mientras buscaré algo decente en las tuyas.
Me sentía un poco insultada pero esa situación tenía que verse muy cómica desde fuera así que le hice caso y escuché su música. Lo peor de todo era que tenía razón y había canciones muy buenas pero no todas aunque no iba a darle el gusto de darle la razón porque a cabezota no me ganaba nadie.
Al acabar le toqué suavemente el hombro y con una sonrisa de suficiencia me miró por encima de las gafas de sol que no sabía en que momento se las había puesto.
- Pues sinceramente no son para tanto- dije restándole importancia
- No me creo que hayas dicho eso- dijo entre carcajadas
- Pues no le veo la gracia
- Tu sabes que estamos conectados ¿no?
Mierda, por un momento lo olvidé completamente. Entonces sabía que todo era por no darle la razón y quedar como una tonta. Aunque sinceramente creía que mi gusto era mejor
- Tranquila no pienso que seas una tonta y no, tu gusto no es mejor
- Esa será tu opinión, y deja de meterte en mi cabeza- respondí a la defensiva
Discutimos durante tanto tiempo que cuando nos quisimos dar cuenta nos encontrábamos ante unos preciosos edificios de cristal opaco. El primero era de un cristal verde que contrastaba con la hierba que rodeaba a los edificios. El que se encontraba a la izquierda tenía un tono entre lila y azul oscuro y el último de ellos situado un poco más alejado y el más grande de todos ellos era de un intenso rojo.
El autobús frenó delante del edificio verde y abrió sus puertas, así que todos nos levantamos y comenzamos a bajar de él. Mientras me fui fijando en quienes estaban y no eramos muchos, mas o menos 4 parejas de mas o menos nuestra edad y todos nosotros teníamos la misma expresión en el rostro. Incredulidad mezclado con una pizca de arrepentimiento ya que no teníamos claro donde nos habíamos metido.
Nos agrupamos a la izquierda del autobús junto a la fachada del primer edificio cada uno con sus respectivas maletas a la espera de alguien, o eso supuse yo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)