Una historia de amor donde nada es lo que parece donde hay que renunciar a todo por el bien del ser amado, pero sobre todo por salvar a la humanidad

domingo, 2 de noviembre de 2014

Capitulo 10: Viajando

Al día siguiente me levanté pronto y como seguía sin tener nada que hacer me encendí el ordenador, con la idea de mandar un mensaje a Lucy y Alice para avisarlas, aunque no tenía ni idea se como empezar. Habíamos sido amigas y compañeras de toda la vida y no estaba segura de por donde empezar.
Abrí el correo y nada más ver el asunto se me hizo un nudo en la garganta, pero finalmente comencé a escribir.
_______________________________________________________________________________
Destinatario: alicewhitesmile@hotmail.com ; lucylarala@hotmail.com
Remitente: Katelieme@hotmail.com
Asunto: Noticias
Bueno chicas se que dijimos que el correo solo era para urgencias y esto es en parte una urgencia aunque también se podría considerar un correo informativo. He recibido una beca de White Dove, un centro educativo algo lejos de aquí. He decidido aceptarla, pues una ocasión así no se presenta dos veces en la vida, mis padres están muy entusiasmados con esto, no se si se alegran o solo quieren perderme de vista jajaja. Ahora mismo solo puedo pensar en que no estaremos juntas.
Cuando veáis esto contestar por favor necesito hablarlo con alguien.
Os quiero mucho chicas
Besos Katie
_______________________________________________________________________________
Me subí una bandeja con el desayuno a mi cuarto, a la espera de que me respondieran pero tras media hora de espera no había novedades, así que me tomé mi tazón de cereales tranquilamente y al terminar bajé al comedor a ver la televisión.

Justo cuando estaba apunto de sentarme noté unos leves golpes en la puerta principal. Fui hacia allí y al abrir la puerta me llevé una gran sorpresa al ver frente a mi a Alice y a Lucy en pijama. Tan solo vivían a un par de casas más abajo pero aún así me extrañó.

- ¿Estáis locas?- pregunté todavía estupefacta

- Dinos que el mensaje era una broma- comentó Alice con el ceño fruncido

No quería que llegar ese momento, de ahí el correo, ya que ese tipo de situaciones cara a cara nunca se me han dado bien.

- Lo siento chicas pero no, me voy dentro de unos días.

Creía que su reacción seria de enfado pero en su lugar las dos se abalanzaron sobre mí y pronto estábamos envueltas en un gran abrazo. Me pareció ver alguna que otra lágrima en el rostro de Lucy, pues esta era la más sentimental de las tres. Les pregunté si habían desayunado y su respuesta fue negativa, así que nos dispusimos a a pasar uno de los mejores días de nuestra vida.
Al caer la noche cada una volvió a su casa tras un día agotador, aunque si hubiese sido por mi jamás habría terminado, pero desde el incidente mis padres estaban todo el día encima de mi.

Domingo por la mañana estuve con mi madre preparando las 2 maletas que tendrían que guardar 17 años de mi vida. por la tarde hicimos recuento para asegurarnos de que no nos faltaba nada, aunque a las malas tendría que volver a por ello. Durante la noche no conseguí pegar ojo, pero al menos conseguí terminar el libro. Al amanecer me di una ducha rápida y vestí para estar preparada lo más pronto posible.

- ¿Nerviosa?- dijo mi queridísimo compañero
- No ¿y tu?- dije con sarcasmo
- Tampoco

Mantuvimos una conversación corta y poco transcendental pero así pudimos despejar la mente por unos minutos. Lo único que me hacia querer continuar era que él estaría junto a mi. A las 12 un autobús paró junto a la puerta y tocó el claxon dos veces. Mis padres me dieron un abrazo y dos besos cada uno, me ayudaron a cargar las maletas en el autobús y finalmente monté en él.

Busqué con la mirada a Alex pero no conseguí verlo, así que supuse que no habíamos llegado a su casa todavía y me senté en unos asientos vacíos de la tercer fila. Conecte los auriculares al móvil, me los puse y me deje llevar con la música a otro lugar donde todo lo que estaba viviendo fuera una gran mentira.

Mientras miraba por mi ventana hice repaso mental de cada una de las situaciones vividas desde el accidente y todo parecía subreal, si alguien me hubiese dicho que me convertiría en Guardiana y que tendría a un bombón como compañero creería que me tomaba el pelo.Un momento¿bombón? que rumbo estaban tomando mis pensamientos.

Sin previo aviso noté una sacudida y el autobús frenó, me quede a la espera de ver quien era el que subía por si era él,y efectivamente así fue. Lo primero que vi fue esa cabellera castaña y una amplia sonrisa dirigida a mi. No me había dado cuenta que me estaba ruborizando hasta que un inmenso calor me invadió el rostro. Éste se dirigió hacia mi y se sentó en el asiento correlativo al mio. Yo le devolví la sonrisa y giré la cabeza hacia el cristal para intentar tranquilizarme.


Los dos manteníamos silencio, pero no era uno de esos silencios incómodos si no más bien uno en el que las palabras sobraban.
Estaba ensimismada en mi canción cuando noté que uno de los auriculares desaparecían. Me giré para ver cual era la causa y vi como Alex se lo colocaba en su oído derecho a la vez que arrugaba un poco la nariz.

- ¿En serio estás oyendo a David Civera? pero si sus canciones son antiquísimas, triunfó durante un mes y ya no se ha vuelto a saber de él.- dijo burlándose de mi

- Perdona pero sus canciones son muy buenas y no solo triunfó un mes- comenté fingiendo que me había dolido.

- Espera- respondió mientras me devolvía el auricular

Se inclinó un poco hacia delante y sacó su móvil del bolsillo trasero de su pantalón. Ese detalle me hizo mucha gracia por que yo solía hacer lo mismo, esa era la razón de que siempre se me acaban rompiendo los móviles.
Estuvo repasando su lista de canciones hasta que le conectó unos cascos y cambió mi móvil por el suyo.

- Toma, escucha esta lista de reproducción y cuando la acabes me das las gracias, mientras buscaré algo decente en las tuyas.

Me sentía un poco insultada pero esa situación tenía que verse muy cómica desde fuera así que le hice caso y escuché su música. Lo peor de todo era que tenía razón y había canciones muy buenas pero no todas aunque no iba a darle el gusto de darle la razón porque a cabezota no me ganaba nadie.

Al acabar le toqué suavemente el hombro y con una sonrisa de suficiencia me miró por encima de las gafas de sol que no sabía en que momento se las había puesto.

- Pues sinceramente no son para tanto- dije restándole importancia

- No me creo que hayas dicho eso- dijo entre carcajadas

- Pues no le veo la gracia

- Tu sabes que estamos conectados ¿no?

Mierda, por un momento lo olvidé completamente. Entonces sabía que todo era por no darle la razón y quedar como una tonta. Aunque sinceramente creía que mi gusto era mejor

- Tranquila no pienso que seas una tonta y no, tu gusto no es mejor

- Esa será tu opinión, y deja de meterte en mi cabeza- respondí a la defensiva

Discutimos durante tanto tiempo que cuando nos quisimos dar cuenta nos encontrábamos ante unos preciosos edificios de cristal opaco. El primero era de un cristal verde que contrastaba con la hierba que rodeaba a los edificios. El que se encontraba a la izquierda tenía un tono entre lila y azul oscuro y el último de ellos situado un poco más alejado y el más grande de todos ellos era de un intenso rojo.

El autobús frenó delante del edificio verde y abrió sus puertas, así que todos nos levantamos y comenzamos a bajar de él. Mientras me fui fijando en quienes estaban y no eramos muchos, mas o menos 4 parejas de mas o menos nuestra edad y todos nosotros teníamos la misma expresión en el rostro. Incredulidad mezclado con una pizca de arrepentimiento ya que no teníamos claro donde nos habíamos metido.

Nos agrupamos a la izquierda del autobús junto a la fachada del primer edificio cada uno con sus respectivas maletas a la espera de alguien, o eso supuse yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario