Cuando eran las 10 de la noche seguía sin tener claro si presentarme o no. Durante todo el día no había hecho otra cosa que darle vueltas a lo mismo, a pesar de que había intentado mantener la mente distraída. Estuve viendo pelis con Alex en el salón, seguí escribiendo mi libro si estoy escribiendo un libro, hay que perseguir nuestros sueños, terminé de ordenar todos los objetos que traía conmigo.
Me tumbé en la cama y contemplando el techo comencé a morderme las uñas, como venía haciendo desde que era pequeña para calmar los nervios. Reflexioné sobre los pros y contras de ir a la cita y cuando llevaba un rato pensando me di cuenta que lo negativo pesaba más que lo positivo, pero a pesar de ello tenía que ir, necesitaba saber por que Daniel parecía tener un interés especial en mi.
Descansé hasta las 11:40, hora a la que comencé a vestirme. No estaba segura de que era lo que me esperaba así que decidí ponerme el bikini más sencillo que tenía, azul con lunares negros, debajo de un vestido negro fino.
Pegué la oreja a la puerta para cerciorarme de que Alejandro estaba dormido y no sabía nada de mi reunión secreta. No se oía ni una mosca. Así que decidí salir y cogiendo las llaves haciendo el menor ruido posible me encaminé hacia el claro.
Los pasillos estaban tranquilos, el silencio solo era interrumpido por el sonido de mis pasos y mi respiración, por lo que pensé que todas las habitaciones estaban insonorizadas.
Me situé junto al ascensor que estaba subiendo y mi sorpresa fue enorme cuando las puertas se abrieron mostrándome un amigable rostro de ojos marrones enmarcado por un pelo rubio hasta los hombros. Me quedé helada ante la presencia de Peter.
- Hola, tu debes de ser la amiga de Miquel - comentó ofreciéndome su mano
- Bueno, supongo, no creo que piense que somos amigos, apenas hemos hablado - dije al estrecharla
- Tonterías, él es ese tipo de persona que si no le caes bien desde el principio estás perdido y al parecer tu le causaste buena impresión, así que debes sentirte halagada no hace amigos con facilidad- dijo a modo de burla
De buenas a primeras se quedó muy callado, como si Miquel estuviera delante y le reprendiera por sus palabras. En seguida volvió a poner esa sonrisa típica suya
- Perdona, aún nos tenemos que acostumbrar a todos los poderes y al parecer me ha oído - se disculpó mientras me guiñaba un ojo - bueno ha sido un placer conocerte, los amigos de mi compañero son mis amigos, espero que nos veamos pronto
- Lo mismo digo
Me abalancé deprisa hacia el ascensor sabiendo que solo tenía 15 minutos para llegar al claro y sin saber exactamente donde se encontraba. Tenía que reconocer que Peter y Miquel eran el día y la noche, aunque los dos habían sido amables conmigo se notaba que Peter era mucho más sociable y disfrutaba más de la gente.
Una vez estuve en el linde del bosque, intenté recordar por donde había ido, pero me fue prácticamente imposible, todo gracias al estupendo sentido de la orientación que había heredado de mi padre, muchas gracias papá, así que intenté dejarme llevar.
Estaba completamente oscuro, la luna no se divisaba a través de los árboles, pero a pesar de todo veía perfectamente. Debía de ser uno de los poderes adquiridos ya que veía tan claro como si fuera de día.
Podía oír todo tipo de ruidos, desde el viento meciendo suavemente las hojas de los árboles, hasta el ruido del agua a lo lejos. Cosa que me fue muy útil a la hora de guiarme. Intenté seguir el ruido del agua tanto como me permitía mi oído, adentrándome cada vez más en el bosque, y perdiendo toda confianza en que nada malo pasaría.
Finalmente llegué junto al lago y al mirar el reloj comprobé que solo pasaban 5 minutos de la media noche. Ahora que lo pensaba bien, estaría totalmente rendida por la mañana, pero tenía que averiguar algunas cosas y esperaba que mereciera la pena.
Salí un poco de entre los árboles quedando medio cubierta por las sombrar que el bosque proporcionaba. Allí enfrente se encontraba el lago de aguas cristalinas, prácticamente el calma, lo único que rompía con la serenidad de la superficie era un musculoso cuerpo que nadaba de un lado hacia el otro.
Sin previo aviso el hombre se sumergió en las profundidades del lago y yo me quedé embelesada viendo como buceaba. 10 minutos después emergió y supuse que era otra cualidad de tener poderes sobrenaturales.
El ser comenzó a nadar hacia mi y que quedé absorta en la idílica escena que se presentaba ante mi. La Luna se reflejaba en su torso desnudo marcando con gran destreza los abdominales. Parecía un cuadro perfecto de un ángel. Las gotas de agua hacían que su piel brillara y le diera un aspecto casi etéreo, como si solo fuera una aparición. El pelo húmedo le caía por la frente y sus ojos antes azules tenían un intenso brillo de diversión.
Pero lo que más me llamó la atención fue que al salir pude comprobar que estaba completamente desnudo. Y sin ningún tipo de pudor se acercó a la toalla que tenía en la orilla y comenzó a secarse el pelo.
- Estaba empezando a impacientarme - dijo de espaldas a mi - creí que no vendrías
Yo estaba muda ante todo lo que había visto, su cuerpo perfecto, sus intensos ojos, mención a parte a sus otros encantos. Todo en su personalidad me gritaba que me alejara, pero su cuerpo y su voz me invitaban a unirme a él y no dejarlo nunca.
Salí de mi inútil escondite entre las sombras revelando el rubor que cubría mis mejillas. En cuanto se giró y vio como miraba al suelo, se enrolló la toalla a la cintura y se aproximó a mi muy lentamente.
Sabiendo que bajo la toalla, no se ocultaba nada, provocó que me ruborizara incluso más si se podía. Solo quería darme la vuelta y ocultarme hasta que todo se hubiera calmado.
En cuanto llegó hasta mi me agarró de la mano y me obligó a girarme quedando frente a esos penetrantes ojos azules.
- Supongo que tendrás muchas preguntas - dijo - estaré encantado de responderte a todas las que pueda
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